Oración 24-7
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Parte 2 de 30
Hoy es domingo, 27 de noviembre, el primer Domingo de Adviento y el comienzo de una nueva serie de Lectio 365 llamada: Voces de Adviento. Juntos, mientras nos preparamos para celebrar la llegada de Jesús en Navidad, estaremos atentos a las voces que dan paso a su venida, mientras oramos con profetas, madres, pastores, viudas, los Magos de Oriente, sacerdotes y ángeles.
Este ha sido un año excepcionalmente tumultuoso, lleno de peligros e incertidumbres inesperadas. Pero hoy, en este Sabbat de Adviento, aparto cualquier pensamiento que me produzca ansiedad y, haciendo una pausa para estar quieto, oro las palabras del Salmo 85…
Muéstranos, Señor, tu amor inagotable,
Salmo 85:7-8 (NVICST)
y concédenos tu salvación.
Voy a escuchar lo que Dios el Señor dice:
él promete paz a su pueblo…
Y por lo tanto, preparo mi corazón para la venida de Cristo.
En el libro de Apocalipsis, Juan escribe:
… y en el cielo resonaron fuertes voces que decían:
Apocalipsis 11:15 (NVICST)
«El reino del mundo ha pasado a ser de nuestro Señor y de su Cristo,
y él reinará por los siglos de los siglos».
Oí una potente voz que provenía del trono y decía: «¡Aquí, entre los seres humanos, está la morada de Dios! Él acampará en medio de ellos, y ellos serán su pueblo; Dios mismo estará con ellos y será su Dios. Él les enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir».
Apocalipsis 21:3-5 (NVICST)
El que estaba sentado en el trono dijo: «¡Yo hago nuevas todas las cosas!» Y añadió: «Escribe, porque estas palabras son verdaderas y dignas de confianza».
La época de Adviento es una época de esperar y desear, y de anhelar llenos de esperanza mientras invitamos a Cristo a venir de nuevo a nuestras vidas y a nuestro hermoso pero roto mundo. Me detengo ahora para escuchar una vez más esa voz del cielo que dice:
¡Yo hago nuevas todas las cosas!
El mundo es un bullicio de voces que compiten entre sí, mientras que desde el trono celestial llega una voz que corta todo el preocupante parloteo de la tierra:
¡Yo hago nuevas todas las cosas!
Volviendo la atención a mi propio corazón, me doy cuenta de mis miedos, debilidades y de la ruptura de mis pensamientos, palabras y acciones. Señor, me vuelvo a ti una vez más y escucho tu promesa:
¡Yo hago nuevas todas las cosas!
Pienso ahora en las necesidades de mi comunidad y de mi nación. Señor, te pido por los que han sido profundamente afectados por la guerra: por los refugiados, los desplazados y los traumatizados. Oro por todos los que tienen dificultades económicas desesperadas. Y oro por nuestro gobierno, para que actúe con gran sabiduría en estos tiempos difíciles. Pero más allá de todos estos problemas, escucho tu fuerte voz de esperanza, que declara:
¡Yo hago nuevas todas las cosas!
Por último, Señor, te pido por las naciones del mundo, especialmente por las que están atrapadas en conflictos y guerras. En este tiempo de Adviento te pido que vengas, Señor Jesús, Príncipe de Paz; escucho expectante tu voz desde el trono anunciando:
¡Yo hago nuevas todas las cosas!
Gracias, Padre, porque enviaste a tu Hijo a salvarnos.
Que la esperanza de Jesús nazca de nuevo entre nosotros esta Navidad.
Gracias, Señor Jesús, porque volverás de nuevo en gloria.
Porque todos los reinos de este mundo serán tu reino.
Y porque todo ojo lo verá.
Anhelamos que vuelvas y hagas todo nuevo.
Gracias, Espíritu Santo, por llenarme de nuevo.
Que la vida de Cristo nazca de nuevo en mí hoy.
Que este día traiga el descanso del sabbat a mi corazón y a mi casa.
Que mi paz y mi perspectiva sean renovadas en el ajetreo de esta época.
Que mi mano esté lo suficientemente libre de gastar y adquirir para recibir tu regalo.
Que un poco del milagro y la magia de la Navidad despierte hoy al niño que llevo dentro.
Y que la Palabra de Dios me alimente y Su Espíritu me dirija en esta semana y en la vida que tengo por delante.*
Amén
*Adaptación de Sabbath Blessing de Pete Greig, petegreig.info
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