Oración 24-7
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Parte 26 de 30
Hoy es miércoles, 21 de diciembre, sólo faltan cuatro días para la Navidad. Esta semana exploramos las muchas formas en que la voz del cielo habla de la vida y la luz en nuestro mundo en Navidad.
Por lo tanto ahora, al iniciar mi tiempo de oración, hago una pausa para estar quieto; para respirar lentamente, para re-centrar mis sentidos, que se encuentran dispersos, delante de la presencia de Dios.
Señor, en esta época de tanto ajetreo, por favor, ayúdame a estar quieto. Abro mis oídos ahora para escuchar cosas increíbles sobre ti, preparando mi corazón calladamente para el milagro de tu venida en Navidad.
Hoy escojo descansar en los brazos de Dios, uniéndome a la alabanza ancestral de todo el pueblo de Dios en palabras del Salmo 68…
El Señor da la palabra,
Salmo 68:11, 19 (NTV)
y un gran ejército trae las buenas noticias…
¡Alaben al Señor; alaben a Dios nuestro salvador!
Pues cada día nos lleva en sus brazos.
Hoy vuelvo a los desconcertados pastores que se tambalean ante el mensaje que acaban de pronunciar los ángeles:
Cuando los ángeles se fueron al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: «Vamos a Belén, a ver esto que ha pasado y que el Señor nos ha dado a conocer». Así que fueron de prisa y encontraron a María y a José, y al niño que estaba acostado en el pesebre. Cuando vieron al niño, contaron lo que les habían dicho acerca de él, y cuantos lo oyeron se asombraron de lo que los pastores decían.
Lucas 2:15-18
Me encanta la inmediatez del corazón en la respuesta de los pastores. No se limitaron a recibir la voz del cielo como una epifanía espiritual personal, un momento íntimo con el Señor. Por el contrario, obedecieron inmediatamente. Hay una sensación de impulso e intencionalidad. Su visión de Jesús era demasiado buena para guardarla para sí mismos; se apresuraron a difundir la palabra a cualquiera que quisiera escuchar.
¿A quién puedo invitar a escuchar las increíbles noticias de Jesús esta Navidad? Oro por el valor y la oportunidad.
Dos mil millones de personas -más de una cuarta parte de la población mundial- asistirán a las reuniones de Navidad y a otros eventos esta semana. Oro ahora por los pastores y sacerdotes que preparan sus sermones, para que sean realmente voces del cielo, comunicando el evangelio con claridad y convicción.
Al volver al pasaje, abro mis oídos para escuchar tu Palabra, y mi corazón para rendirme a tu voluntad una vez más.
Cuando los ángeles se fueron al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: «Vamos a Belén, a ver esto que ha pasado y que el Señor nos ha dado a conocer». Así que fueron de prisa y encontraron a María y a José, y al niño que estaba acostado en el pesebre. Cuando vieron al niño, contaron lo que les habían dicho acerca de él, y cuantos lo oyeron se asombraron de lo que los pastores decían.
Lucas 2:15-18
Me llama la atención que “todos los que escucharon [las palabras de los pastores] se asombraron”. Me pregunto: ¿todavía me emociona de verdad el mensaje del Evangelio? ¿He perdido la capacidad de asombrarme? El pastor afroamericano Shadrach Meshach Lockridge predicó una vez un sermón de una hora sobre la maravilla de Jesús, que concluyó con un elogio espontáneo que ha emocionado a millones de personas desde entonces. Permito que sus palabras conmuevan de nuevo mi corazón:
Mi Rey es el Rey.
Shadrach Meshach Lockridge
Él es la llave del conocimiento.
Él es el manantial de la sabiduría.
Él es la puerta de la liberación.
Él es el camino de la paz.
Él es el camino de la justicia.
Él es el camino de la santidad.
Él es la puerta de la gloria
¿Le conoces?*
Jesús, te doy las gracias
Porque me has invitado a ser un mensajero de tu evangelio
a conocer y ser conocido por ti.
Te doy hoy mi tiempo, mis palabras, mi prisa
y te pido un renovado sentido de asombro en tu presencia.
Y ahora, mientras me preparo para llevar este tiempo de oración al día que tengo por delante, el Señor, que me ama dice en Romanos:
¿Qué afirma entonces? «La palabra está cerca de ti; la tienes en la boca y en el corazón». Esta es la palabra de fe que predicamos: que, si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo.
Romanos 10:8-9 (NVICST)
Padre, ayúdame a vivir este día al máximo,
siendo auténtico contigo en todo.
Jesús, ayúdame a darme a los demás,
siendo amable con toda la gente con la que me encuentre.
Espíritu, ayúdame a amar a la gente que se encuentra perdida,
proclamando a Cristo en todo lo que digo y hago.
Amén.
Dr. S. M. Lockridge, ‘That’s My King’, https://www.youtube.com/watch?v=-ZoOW3NW0Jw and https://www.thegospelcoalition.org/blogs/justin-taylor/well-i-wonder-if-you-know-him/.
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