Hemos adaptado la antigua práctica del Examen para ayudarte a reflexionar y orar por el año que termina.
Para hacerlo, necesitarás un bolígrafo y papel.
También puede ser útil tener a mano tu agenda o diario personal.
Haz una lista de los eventos clave de tu año.
Puedes usar tu calendario, diario o la galería de fotos de tu móvil para recordar los momentos buenos y malos de cada mes.
Una vez que tengas la lista, dedica unos minutos a repasarla con el Señor.
Empieza a dar gracias por todas las bendiciones del año.
Habla con Dios sobre esos momentos tan especiales que has vivido y lo que los hizo tan memorables.
Busca momentos que reflejen la bondad y fidelidad de Dios.
Si quieres en tu diario o en una hoja, utiliza bolígrafos de colores o marcadores para destacar y decorar esos momentos, a la vez que reflexionas sobre ellos.
Pídele a Dios que abra tu corazón al arrepentimiento y al lamento.
Nadie ha tenido un año perfecto.
Permite que el Espíritu Santo traiga a tu mente patrones pecaminosos o perjudiciales en los últimos 12 meses. Luego, arrepiéntete y recibe el perdón.
Es posible que sientas dolor o tristeza junto con gratitud. No reprimas estos sentimientos, son naturales. Dile a Dios cómo te sientes.
Habiendo reflexionado sobre tu año, ¿qué quieres llevar al 2025?
¿Qué cambios concretos y medibles te gustaría hacer? Escríbelos.
Antes de comenzar a mirar hacia el próximo año, pídele a Dios:
¿Qué quieres decirme acerca de este año que ha pasado? Dedica un tiempo a identificar tus impresiones.
Deja que Él te guíe hacia los momentos en los que se siente orgulloso de ti, y permite que Él reformule la manera en que miras el año que acabas de vivir.
¿Qué cambios concretos y medibles te gustaría hacer?
Escríbelos.
Si deseas profundizar, tenemos una guía de oración completa para ayudarte a orar por tus sueños para el año. Puedes verla aquí.
