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Prueba algunas de estas ideas prácticas de oración que tejen la oración en tu vida diaria…
“No hay en el mundo un tipo de vida más dulce y delicioso que el de tener una continua conversación con Dios.”
– El Hermano Lawrence
Prueba a invitar a la presencia de Dios a cada parte de tu día: piensa en Dios cada hora, a continuación cada media hora, y después cada 15 minutos. Tenemos una guía práctica en PDF para ayudarte a comenzar.
“Jesús les contó una historia en la que les mostraba que era necesario que oraran de forma constante y que nunca dejaran de hacerlo”
– Lucas 18:1
Está bien pedir, pedir, y volver a pedir cuando estamos orando. Intenta utilizar tu rutina para recordar que debes seguir perseverando:
Utiliza las manos – elige cinco personas o situaciones por las que quieres orar. Asigna un dedo o un pulgar a cada uno, y dedica cinco minutos al día a orar por cada uno.
Utiliza un espejo – ¿hay algo que mires varias veces al día, como un espejo, una ventana, la pantalla del ordenador o el teléfono? Escribe una nota y pégala donde más la vayas a ver para recordarte orar.
Utiliza tu ropa – ¿tienes un accesorio o una prenda de vestir favorita que utilices a menudo? Asigna una petición de oración a un artículo específico y cada vez que lo uses, acuérdate de orar por esa petición específica.
Hazte con un dado y asigna a cada número un tipo de oración o actividad de oración diferente. Tira el dado y dedica unos minutos al reto de oración concreto que corresponda.
El acrónimo O.R.A.R se utiliza en nuestras apps Lectio 365 y en Lectio for Families pero también puede ayudarte a orar por diferentes cosas en tan solo unos minutos:
O es para observar y parar: Para lo que estás haciendo para estar quieto e invitar a la presencia de Dios allí donde estás.
R es para regocijarse: Pasa algunos minutos alabando, quizá escuchando tu canción favorita de adoración, leyendo tu Salmo preferido o escribiendo una oración de agradecimiento.
A es para apelar: ¿Quién o qué está en tu corazón hoy? Pasa unos minutos hablando con Dios acerca de lo que necesitas y las necesidades de otros.
R es para rendirse: Pasa unos minutos entregando todo a Dios; tus preocupaciones, tus temores, tu incertidumbre.